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Es el mejor balance de todos los equipos de la NBA de lo que llevamos de año. Esas 18 victorias en enero y febrero confieren una nueva dimensión a los Rockets. Una dimensión en la que le falta poco para poder aspirar a todo en el Oeste y en toda la NBA.
El binómino mágico que han formado Harden y Howard empieza a dar sus frutos en forma de favoritismo dentro de la liga. A nadie se le escapa el importante detalle de que Houston sería uno de los más temibles rivales a los que te podrías enfrentar en cualquier ronda de playoffs, ya que los Rockets, en una serie larga, podrían hacer frente a cualquier rival del Oeste y no todos en el Oeste serían capaces de aguantarle una serie a los Rockets.
Sin ir más lejos, me acuerdo como sufrió Oklahoma City frente a Houston en la primera ronda de los Playoffs de la pasada temporada. Después de que los Thunder se pusieran 3-0, Houston estuvo a punto de conseguir forzar el séptimo y definitivo encuentro. Y ese equipo no es tan potente, ni maduro como lo es este.
Quizás en titubeante comienzo de la presente temporada, en donde no se lograron ni de lejos los resultados esperados en el verano, ni tampoco los resultados que ahora se están obteniendo, ha impedido que ahora los Rockets no tengan el mejor balance del Oeste.
Pero la verdadera etapa importante del año, empieza ahora con la llegada del mes de marzo y el mes de abril. Cuando escribo estas líneas no puedo evitar acordarme de los Rockets de 1995. Un equipo con mayúsculas, que no logró realizar una temporada regular brillante (lejos de lo logrado en 1994), pero que llegó al momento crítico de la temporada, como el mejor equipo de la NBA y lo demostró en la pista, conquistando su segundo anillo consecutivo, gracias a la llegada de Clyde Drexler a Texas.
Ahora no ha llegado ninguna estrella de relumbrón a Houston, para ayudar al equipo a dar ese salto de calidad que le permita ser el mejor del Oeste sobre el papel, pero la calidad que este equipo atesora está en alza y cada día que pasa, todos en la liga son conscientes que en Houston está naciendo un gigante de la liga, No solo para las próximas temporadas, con más refuerzos (que seguro que llegarán), sino también para esta misma temporada, porque la evolución de James Harden, Dwight Howard y compañía crece por momentos y pudiera ser que estos playoffs fuesen capaces de demostrar a todos de los que son capaces.
No sé si esta será la temporada del tercer anillo, o si por el contrario será la temporada en donde empezará a germinar esa franquicia ganadora, que traiga a Texas un nuevo campeonato. Pero lo que es seguro es que luce el sol sobre la organización y que parece que estamos ante lo que puede ser una época dorada para los Rockets.
Un detalle a analizar de cara a la recta final de la temporada regular y los playoffs, que pronto llegarán. En los 24 encuentros disputados en los dos primeros meses de competición, en las 18 victorias, el equipo estuvo por encima de los 110 puntos en anotación de media, mientras en las seis derrotas la media de anotación cayó a estar en torno a los 90 puntos anotados.
Moraleja, el juego fluido beneficia a los Rockets y sus rivales tratarán de trabar el juego, ya que en ningún caso, en el 2014 se ha perdido un partido en el que Houston no haya llegado a los 100 puntos.
Ahora más que nunca se hace necesario estar atentos a la aportación que Chandler Parsons, Jeremy Lin y Terrence Jones puedan brindar al equipo. Eso y que la salud acompañe a los Rockets, especialmente si pensamos en Harden y Howard, que no dejan de ser los pilares de Houston, a pesar de que serán necesarias grandes actuaciones de Lin, Parsons y Jones en el transcurso de estos playoffs.
Las cosas marchan en Houston, que serán uno de los equipos más peligrosos en los playoffs. ¿Serán de dar el siguiente paso y lograr el tercer anillo para la franquicia? Sería una excelente manera de festejar el 20 aniversario del primer anillo de los Rockets.